"Los ganaderos de Cantabria están criando a sus animales para dar de comer al lobo": la denuncia que la consejera Susinos lleva hasta el Senado

La consejera cántabra de Desarrollo Rural , María Jesús Susinos (PP), ha exigido ante el Senado, la reducción de la protección actual que tiene el lobo ibérico. "Ahora mismo, los ganaderos de Cantabria están criando a sus animales para dar de comer al lobo", ha denunciado.

Susinos, que se ha expresado así en la comisión general de comunidades autónomas del Senado, en la que han comparecido otros responsables autonómicos en la materia, ha vuelto a reclamar al Gobierno de España la salida del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).

"El Gobierno de Pedro Sánchez debe escucharnos y debe sacar al lobo del Lespre, para que podamos controlar su población. Dejen de dar la espalda a nuestros ganaderos porque el lobo no está en peligro de extinción, pero quienes sí están en verdadero peligro de extinción son los ganaderos de Cantabria", ha alertado.

Según Susinos, los ganaderos cántabros "se sienten completamente abandonados" y ven como, día a día, sus rebaños y la viabilidad económica de sus explotaciones "desaparecen a un ritmo insostenible". "Todo ello provoca una sensación de indefensión que va más allá de las pérdidas económicas y afecta de manera singular a su bienestar mental y psicológico", ha asegurado.

La consejera ha reconocido que la gestión del lobo "ni es sencilla ni está exenta de polémica", pero ha afirmado que Cantabria lleva años desarrollando un modelo de gestión que "se ha demostrado de éxito y que ha permitido, además, compatibilizar la conservación del depredador y su expansión, con la práctica de la ganadería extensiva, clave en el mantenimiento del paisaje y en el desarrollo socioeconómico de los habitantes del medio rural".

Ese modelo se basa, ha explicado, en la "justa indemnización de los daños" que la especie produce, el apoyo a la adopción de medidas preventivas, el pago por los servicios ambientales generados por la ganadería extensiva, el seguimiento permanente de la especie y los controles de un número limitado de ejemplares, "siempre bajo criterios técnicos", ha incidido.

"En Cantabria no queremos acabar con los lobos. Queremos convivir con la especie. Es lo que llevamos haciendo toda la vida. Y así queremos que siga siendo, pero se han llegado a unos niveles insoportables", ha insistido.

de 3 a 23 manadas y casi en el 80% del territorio

En opinión de Susinos, "el éxito" del modelo de gestión cántabro "es evidente". En los últimos 34 años se ha pasado de 3 manadas de lobos a 23, con más de 200 ejemplares, y ha aumentado en un 92 % el área de presencia de la especie, que ya ocupa el 80 % del territorio de Cantabria y llega a la costa y a zonas urbanizadas, a pesar de que se "han eliminado algo más de 300 ejemplares en ese mismo periodo", según la consejera.

Pese a todo, y con el voto en contra de las cuatro comunidades autónomas que tienen "más del 95 % de la población española de lobo" (Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria), ha criticado la consejera, el Ministerio incluyó esta especie en el Lespre, "amparándose en el dictamen del Comité Científico que, además de no ser vinculante, reconocía que no existían razones ni técnicas ni científicas".

"Aunque la inclusión del lobo en el Lespre no impide la realización de controles poblacionales, marca unas condiciones tan estrictas que, de facto, sí los bloquea, imposibilitando la extracción de ejemplares desde septiembre de 2021", ha añadido.

3.000 reses muertas y 2,8 millones de euros

Y ha denunciado que los "2.500 ataques" al año que se vienen produciendo y "dejando 3.000 reses muertas y pérdidas superiores a los 2,8 millones de euros anuales" son "la verdadera situación que está viviendo Cantabria".

Ante estos datos de daños y de aumento "espectacular" de la población de lobos, el Gobierno de Cantabria espera que el Ministerio emita sus informes favorables para realizar extracciones de ejemplares.

"Porque, tal y como acaba de ratificar el Comité Permanente (del Convenio de Berna), no existen razones técnicas ni científicas que justifiquen la sobreprotección del lobo", ha apostillado.