SALUD AUDITIVA

Un experto explica como debes limpiarte los oídos este verano para evitar infecciones

Los expertos recomiendan una higiene sencilla y limitar la exposición a ruidos demasiado fuertes

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Cómo limpiarse y cuidarse las orejas para evitar infecciones y dolor

Montse Rodríguez

Barcelona - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Se acerca la temporada de verano y, con la subida de las temperaturas, nos empezamos a bañar en piscinas y playas. Y, como cada año, la entrada de agua en los oídos hará que se disparen los casos de tapones de cera, infecciones o lesiones leves.

¿Cómo lo tenemos que hacer para mantener una buena higiene auditiva y evitar algunos de estos males?

De entrada, hace falta que tengamos clara una premisa: la limpieza de la oreja externa tiene que ser "simple y sencilla", en palabras de Cesar Orus, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Sant Pau. Es decir, nada de productos especiales ni de palillos. Con el agua y jabón que llega cuando nos duchamos basta.

Los palillos pueden llegar a ser una herramienta peligrosa para limpiarse las orejas; por eso la mayoría de otorrinolaringólogos no los recomiendan. "Muchas veces acabamos empujando el cerumen cabe dentro del conducto auditivo y es contraproducente", apunta Orusen . Y en el peor escenario, avisa que nos pueden causar infecciones o, incluso, pequeñas perforaciones al tímpano.

Si lo que queremos es limpiar los pliegos exteriores de la oreja --el que se conoce como pabellón auricular--, lo podemos hacer con una toalla o un pañuelo.


¿Tapones de cera: se pueden evitar?

Nuestro conducto auditivo expulsa cera de manera espontánea. Es un proceso constante y esencial para el sistema, puesto que la cera, entre otras funciones, protege la flora bacteriana interna. Pero hay personas que tienden a generar más que otros y a tener tapones. Esto depende de factores personales y no es previsible ni evitable.

¿Por qué acostumbra a pasar más en verano?

Cuando nos bañamos, sea en el mar o en una piscina, el agua que nos entra en las orejas es absorbida por la cera. En algunos casos, aumenta tanto de volumen que nos provoca un taponamiento. La mayor parte de las veces es cuestión de tiempo: las gotas acabarán saliendo por el conducto o evaporándose. Si el día siguiente a habernos sumergido todavía tenemos la misma sensación, conviene ir al centro de atención primaria o a un especialista.


¿Cómo lo hacemos con las criaturas?

Una buena higiene auditiva es tan importante para los adultos como para los niños si queremos prevenir infecciones. "Lo tenemos que hacer la misma limpieza que nos hacemos los mayores", señala el doctor. Por lo tanto, frotar con cuidado el pabellón auricular --con una toalla o una gasa, no con palillos-- sin acercarse al conducto."Los padres y madres no se tienen que preocupar si ven cera; el único problema es si la criatura nota una obstrucción o no escucha bien."


Intercambiar auriculares, una práctica a evitar

Una costumbre tan extendida como compartir auriculares con otra persona puede ser una práctica de riesgo, sobre todo si son del tipo que se introducen dentro de la oreja. Esto es porque cada cual tiene una flora bacteriana única que vive dentro de la cera.

Cuando nos ponemos un auricular que ha pasado por otra oreja, también estamos compartiendo nuestras bacterias con los suyos, que son de troncos diferentes, y nos exponemos en una posible infección o, el que es el mismo, una otitis externa.

Para prevenirlo, tenemos que limpiar los auriculares si los dejamos a alguien otro, aunque sea poco rato. Con un trapo húmedo o un poco de alcohol etílico tendría que ser suficiente. Por otro lado, el otorrino alerta sobre la pérdida de oído precoz de jóvenes y adolescentes por culpa de escuchar música a un volumen demasiado alto. En concreto, se calcula que más de mil millones de personas de entre 12 y 35 años están en riesgo de pérdida auditiva.



Los cambios de presión

Tanto si este verano tenemos pensado coger un avión como sumergirnos bajo el agua, la presión puede afectar el aparato auditivo. En el primer caso, se recomienda comer, beber o bostezar para intentar nivelar la presión de la cabina con la de nuestro oído.

En cambio, el especialista desaconseja practicar la llamada maniobra de Valsalva con mucha frecuencia. Esta técnica, que se basa a taparse la nariz con los dedos e intentar expulsar aire con fuerza, podría causar demasiada presión a los conductos.

Los pasajeros que noten sensación de taponamiento durante las horas de vuelo, tendrán que estar al caso de cómo evoluciona por si el cambio de presión los ha generado un tapón de cera.

En cuanto a las inmersiones acuáticas, el doctor ,recuerda que hay que hacer siempre un proceso de compensación, siguiendo las indicaciones de los instructores de submarinismo. "Hay que recordar que, cuanto más abajo bajamos, además riesgo nos expondremos", indica.