SOCIEDAD
Investigan la escuela de un niño con autismo que se hizo terribles quemaduras en la mano
Los dos monitores responsables del pequeño siguen trabajando en el centro escolar. La escuela del pequeño ha llegado a dar tres versiones del incidente
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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El pequeño de ocho años, que padece Trastorno del Espectro Autista (TEA), ha necesitado varios injertos de piel y los médicos del Hospital de La Vall d'Hebron trabajan para que no pierda la movilidad de la mano. Además, al igual que sus padres, necesita ayuda psicológica.
La versión de la escuela
La escuela Taiga de Barcelona ha llegado a dar tres versiones: la primera, que la lesión en la mano se debía a los efectos secundarios de una medicación; después, que el propio niño puso la mano debajo del grifo con el agua muy caliente; y la última es que los monitores estuvieron forcejeando con el pequeño, sin querer abrieron el grifo cuando el agua estaba en posición de salir caliente y esta salió a 60 grados.
Lo cierto es que ninguna de estas versiones cuadra con las heridas del niño. De hecho, cuando los médicos de urgencias lo estuvieron atendiendo, dieron el aviso a las autoridades judiciales por la gravedad de las lesiones y por las explicaciones que los monitores les habían dado.
Mónica Santiago, abogada de la familia, también apunta a una dirección opuesta a la de la escuela. "Las explicaciones que da la escuela no pueden cuadrar con las lesiones que tiene el menor. Son quemaduras gravísimas que se tiene que haber producido a alta temperatura, pero también durante bastantes minutos".
La reacción de la familia
La familia ha encargado un informe a unos peritos para determinar qué pudo suceder. Santiago ha remarcado que "llegaremos hasta el final para depurar todas las responsabilidades, ya sean de los dos cuidadores, subsidiariamente de la escuela y evidentemente de Inspección de educación por no haberse pronunciado al respecto ni haber retirado de sus funciones a los dos cuidadores del resto de menores".