Javier Cuenca, antiguo pajarero de la Rambla de Barcelona: "El próximo jueves nos echan"
Los paradistas arrastran más de una década de litigios judiciales
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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Han pasado tres años desde que se anunció por parte del Ayuntamiento de Barcelona el deshaucio de los antiguos pajareros de la Rambla. Pero lo cierto es que desde hace más de una década los paradistas están defendiendo sus puestos de trabajo.
A principios del mes de junio, el Tribunal Supremo rechazó un recurso de los pajareros contra la decisión del Ayuntamiento de echarlos de esta emblemática vía y los antiguos pajareros han decidido llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Sin embargo, la vía europea podría haber llegado tarde porque el Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado a los paradistas que el próximo jueves 11 de julio tendrán que entregar las llaves. Hay un centenar de familias que regentan o trabajan en estas paradas y que ahora se pueden quedar en la calle.
Javier Cuenca forma parte de la tercera generación propietaria de 5 paradas y ha confirmado en una entrevista en La Linterna de Cope Catalunya i Andorra, que el Ayuntamiento ha decidido seguir hacia adelante y proceder a "ejecutar un desahucio sin tener ninguna orden judicial, al menos a fecha de hoy". Los paradistas reclamaban unas medidas cautelares que no se han tenido en cuenta.
"El Ayuntamiento no ha querido dialogar"
En el año 2009, los pajareros dejaron de vender animales. Comenzaron a vender otro tipo de producto, como se acordó con el Ayuntamiento y con el entonces alcalde, Jordi Hereu. "No entendemos que teniendo un contrato firmado, tengamos que irnos".
Coincide que la Rambla está en plenas obras de transformación y "tenemos la sensación de que el Ayuntamiento no ha contado con nosotros en ningún momento en el nuevo espacio". Los paradistas insisten en que no se niegan a marcharse pero con alternativas, si se les reubica en otro lugar.
"Lo que pueda pasar a partir del jueves me destroza"
En el caso de Javier Cuenca lleva toda la vida en la parada. Su padre lleva más de 50 años al frente. "No sé cómo afrontar si el jueves nos quedamos sin trabajo, a mí esto me destroza". "Yo todavía me resisto a creerlo. Estaré allí cuando venga la Guardia Urbana a pedirnos las llaves, interaremos dialogar con ellos, pedirles una orden judicial", añade Cuenca.