3 MESES DE LA DANA
El terror que viven los vecinos tres meses después de la DANA: "Sin ascensores y sin baño"
Después de noventa días de la tragedia de la DANA los vecinos de la zona cero continúan desesperados y sin recuperar la normalidad
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Hace tres meses, la catástrofe golpeó con fuerza la provincia de Valencia, dejando a numerosas comunidades en una situación crítica todavía a día de hoy. La devastación fue tal que aún hoy se pueden ver equipos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y militares trabajando en la recuperación de los edificios.
Un claro ejemplo es Filiberto 19, un bloque de vecinos de Catarroja, donde una treintena de militares continúa vaciando de lodo, lo que antes era un patio de recreo.
La situación es desoladora. "No sabemos cuánto tiempo tardaremos en recuperar lo que teníamos", comenta David Llopis, vecino. La comunidad sigue destrozado, los bajos de los edificios colapsaron y los forjados se vinieron abajo. Para que todo vuelva a estar como antes del fatídico 29 de octubre les han presupuestado más de 1,5 millones de euros de reconstrucción, los residentes han tenido que hacer frente a los gastos con sus propios recursos, habiendo desembolsado ya cerca de 80.000 euros.
Llopis muestra su desesperación en Mediodía COPE Más Valencia. "No tenemos noticias del consorcio ni de ayudas estatales. Todo lo estamos pagando de nuestro bolsillo. La situación es especialmente crítica para aquellos que han perdido sus negocios y fuentes de ingresos”.
UN PELIGRO CONSTANTE
Los daños no solo afectan a la infraestructura. Un ejemplo preocupante es el parque comunitario, donde una niña de tan solo tres años sufrió una fractura craneal al caer de un columpio debido a la falta de material de seguridad. "El parque está en un estado lamentable y sigue siendo un peligro para nuestros niños", señala Llopis.
Uno de los mayores obstáculos para la reconstrucción ha sido la falta de respuestas por parte de las autoridades. Aunque un perito del consorcio visitó la comunidad para evaluar los daños, dos semanas después abandonó el expediente debido a la complejidad del caso. "Nos llamó para decirnos que no podía hacerse cargo", explica Llopis. Desde entonces, la comunidad está a la espera de una nueva asignación de peritaje.
A esta situación se suma la ausencia del administrador de la comunidad, que también desapareció sin dar explicaciones, lo que ha obligado a los vecinos a gestionar personalmente los presupuestos, valoraciones y gestiones con el Ayuntamiento. "No sabemos cuánto dinero nos dará la aseguradora para afrontar las obras", lamenta el presidente de la comunidad.
UN PROBLEMA DE MUCHAS COMUNIDADES DE VECINOS
La incertidumbre sobre las indemnizaciones también afecta a otras comunidades de la zona. "Hablamos con otros presidentes y están igual que nosotros: sin peritajes, sin adelantos y sin fondos", cuenta Llopis. Además, "las ayudas estatales disponibles no representan una solución real, ya que muchas deben ser reembolsadas si el consorcio finalmente cubre los daños."
Las condiciones en las que viven los vecinos distan mucho de lo que podría considerarse una ‘nueva normalidad’. "Tenemos vecinos con movilidad reducida que llevan tres meses sin poder bajar de sus casas porque los ascensores no funcionan", denuncia Llopis. La situación es tal que los residentes han tenido que recurrir a sanitarios portátiles en la calle, dado que el alcantarillado está colapsado. "Es indignante. Desde que los pusieron, ni siquiera los han limpiado", añade.
EL IMPACTO EMOCIONAL
El sufrimiento no es solo material, sino también emocional. "Intento mantener la compostura, pero la carga es inmensa", confiesa Llopis. La comunidad, compuesta por unas 100 viviendas y entre 300 y 400 personas, ha pasado por altibajos. "Hemos tenido momentos de esperanza y otros de profunda frustración cuando veíamos que nadie nos escuchaba", explica.
En un intento desesperado por llamar la atención de las autoridades, 30 vecinos se presentaron en el ayuntamiento exigiendo respuestas. "Nos quedamos allí hasta que nos atendieron. Al día siguiente, por fin, enviaron ayuda", relata el presidente.