psicología
Qué es el síndrome de burnout que te afecta en el trabajo: Cómo detectarlo y actuar
El psicólogo Javier De Haro admite que es un motivo de baja laboral con un alto porcentaje
Murcia - Publicado el
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Hay días en los que parece que la jornada laboral se eterniza, en la que los problemas se acumulan e incluso los compañeros casi que se convierten en el enemigo. Es normal dentro de un orden, pero cuando ese sentimiento se produce día tras día algo está ocurriendo. Además, no es algo que se quede solo en lo anímico.
Pasa a veces aun gustando el trabajo y la labor que se desempeña en una empresa. A eso se llama el síndrome de Burnout y es mucho más peligroso de lo que pueda parecer, porque tiene consecuencias en todos los ámbitos de la vida.
En español se llama síndrome del desgaste profesional y tiene muchas aristas que contemplar, tanto en los motivos que lo producen como en las posibles soluciones. El tiempo es fundamental como explica el psicólogo Javier De Haro.
Puede llegar por sobrecarga de trabajo, por ambigüedad de los roles a desempeñar o por malas relaciones o un mal ambiente en la oficina.
Cómo indentificarlo
El especialista explica la sensación que invade a quien lo sufre. "Es un desgaste, diríamos de tipo psicológico, que sobre todo que nos afecta en muchos planos, pero especialmente en el trabajo. Nos ocurre cuando nos vemos superados, cuando hay unas condiciones de mínima felicidad, cuando las relaciones lo convierten en terreno hostil y se sienten frustrados".
Cómo saber si lo sufres, requiere escucharte. "Pues lo primero, para saberlo hay que pararse de vez en cuando e intentar ver uno mismo cómo nos encontramos o si nos lo dice nuestro mejor amigo o nuestra pareja hacerle caso, porque al final son cositas que si no paras se convierten en un bucle y se detectan desde fuera. Lo ve la gente que está cerca".
Es fácil de identificar si se hacen caso a las señales. "Tú lo sientes cuando notas que hay un agotamiento emocional importante. Sientes que no estás a gusto, que no estás feliz en el trabajo. A veces surge cuando las relaciones que hay en el entorno son abrasivas, te desgastan y eso te hace estar pasivo. No te motiva ni el crecimiento personal y no te implicas".
Al final cada persona lo manifiesta de una forma diferente, pero el denominador común es la sensación de infelicidad y de tener pocas ganas de trabajar o acudir al centro de trabajo. Puede exteriorizarse con cansancio extremo, con dolor de cabeza, problemas musculares o trastornos del sueño.
motivo de baja y consecuencias personales
Es un motivo de baja muy común, porque si no se ataja termina haciendo casi insoportable el simple hecho de pensar en realizar las tareas o relacionarse con los compañeros o los jefes. Antes de la baja, provoca muchas ausencias. Lo peor es que se traslada también al plano personal. Ese estrés se traslada a todos los ámbitos.
De Haro admite que cuando el trabajo te va mal, eso se lleva a casa. "Es que afecta a todos los planos, incluso afecta a las personas que te rodean, a tu familia. Además, hay muchos estudios que han demostrado que el tema del burnout afecta muchísimo a la autoestima de la persona, porque al no sentirse bien en el trabajo, pierden confianza y eso se traslada a todo lo demás". Se sienten inútiles e incapacitados.
Los indicios son claros. "Aquí es super importante el que hagamos caso a estas señales corporales y si vemos que no es algo puntual y que es algo que se mantiene poder hacer algo". Aunque es una cuestión personal y también de la empresa, pero lo primero es comunicar en las primeras fases lo que sientes y el problema que encuentra.
Los primeros estadios pueden suponer tristeza, sentimiento de inutilidad, excesiva tensión y un alto nivel de desmotivación, que hay que evitar que se traslade a la vida fuera de la oficina, porque suele contagiarse.
En cuanto a las empresas, España va por detrás en el asunto. "Hay mucho tema de legislación a nivel europeo y de hecho en uno de los últimos estudios se vio como a nivel de Centroeuropa, están muy avanzados con estos temas, pero en España, si bien ya estamos dando cada vez más pasos, pues falta mucho por hacer".
qué hacer para combatirlo
Lo que sí se puede, dice el experto, es actuar sobre lo que se siente y pone mucha atención en ciertos cuidados básicos. "Es muy importante seguir haciendo cosas que nos den ilusión. Es muy importante el descanso, la actividad física, el tener inquietudes. Es fundamental desconectar y tener un propósito dentro del trabajo y fuera de reducir el nivel de estrés".
Se impone en muchas ocasiones la productividad, pero está demostrado que un buen ambiente en el trabajo ayuda incluso a ese rendimiento. "Se ha demostrado que en muchos sectores, las personas cambian de trabajo no solo por crecer sino por el clima en el que se tienen que mover".
"Por eso es muy importante no solo pensar en medidas de prevención, sino también en trabajar mucho en lo que es el clima, lo que es la relación de los compañeros, porque siendo felices se trabaja incluso más y mejor", advierte.
Destaca dos claves, la primera es hablar. "La primera es importante ya que una de las cosas que más daño hace en los trabajos es evitar los conflictos por no sentirnos cómodos. Al primer atisbo o conato de problema deberíamos atajarlo para que no crezca y no nos haga sentir peor".
La segunda es cambiar la actitud desde el inicio, porque estos problemas no surgen de la noche a la mañana y hay que fomentar las buenas relaciones. "Lo ideal es que cada uno ponga de su parte para estar bien. Ofrecer ayuda a los compañeros, tener algún detalle hará que no nos sintamos desplazados. Parece muy repetitivo, pero si tú quieres estar bien en el trabajo empieza tú ayudando a los demás a que estén bien".
Si el sentimiento prosigue mucho tiempo lo ideal es acudir a un profesional para evitar que las consecuencias sea mayores que la desmotivación en el horario laboral.