Última hora sobre el estado de salud de Roca Rey tras su grave cogida: esta es la zona particularmente afectada

En el lecho del dolor. Andrés Roca Rey continúa ingresado en el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana desde la noche de este domingo. El torero peruano sufrió una grave cornada en el festejo que cerraba la Feria de Otoño.

El parte médico firmado por el doctor Máximo García Padrós en la enfermería de la plaza de toros de Las Ventas no dejaba lugar a la duda. Roca Rey sufría en el segundo toro de la tarde una cornada “de dos trayectorias heridas por asta de toro en la cara posterior del tercio proximal del glúteo derecho, una con trayectoria hacia delante de 15 cms que daña los músculos isquiotibiales y contusiona nervio ciático, y otra trayectoria hacia dentro que produce destrozos en músculo glúteo mayor”.

Este lunes, el diestro ha amanecido dolorido aún por la herida y también por la fuerte caída que sufrió cuando el toro de Fuente Ymbro le levantó los pies del suelo y cayó sobre la dura arena del ruedo de la plaza madrileña.

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COPE se ha puesto en contacto con el doctor García Padrós que ha confirmado que a primera hora de esta mañana Andrés ha sido sometido a una “resonancia magnética para conocer el alcance de una posible lesión de cuello ya que se quejaba de ahí”.

El galeno madrileño, toda una institución en la cirugía taurina, ha explicado que “la evolución de la cornada, afortunadamente, está siendo positiva, aunque todavía es pronto para hacer una valoración más en profundidad por el escaso margen de tiempo que ha pasado desde la cornada. Pero el aspecto de la herida es bueno hasta el momento”.

García Padrós también ha relatado que “se ha descartado una lesión grave en el nervio ciático. Ayer le molestaba y estaba acalambrado. Pero esa molestia hoy ha desaparecido y es buena señal”.

UNA PLAZA DIVIDIDA

Andrés Roca Rey resultó herido en la que era su última corrida de toros de la temporada europea. El torero peruano ha acabado la campaña 2024 liderando el escalafón de matadores de toros con 68 paseíllos trenzados con un balance de 123 orejas y un rabo cortados.

Sin embargo, este último festejo no fue un paseo triunfal para él. Y es que a Andrés Roca Rey se le exigió como primera figura del toreo que es, pero ciertas protestas que llegaron desde los altos del tendido 7 resultaron preconcebidas por ser el torero que estaba en el ruedo y fuera de contexto, por el momento en que se produjeron.

La respuesta del resto de la plaza fue apoyar al diestro en una faena de gran compromiso y valor que acabó con el torero en la enfermería y esa oreja que tuvo sabor a triunfo grande.