La IA que sería un peligro para la humanidad y que habría provocado la salida de Sam Altman de OpenAI
El experto en tecnología, Mario Yáñez, explica en La Linterna qué hay tras la salida y readmisión del cofundandor de la compañía de Inteligencia Artificial
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La junta directiva de la empresa OpenAI, una de las empresas más importantes de inteligencia artificial del mundo, anunciaba el despido de Sam Altman, director ejecutivo y co fundador de la compañía. Los motivos oficiales: que Altman no había sido sincero en sus comunicaciones y que, por tanto, ya no tenía confianza en sus capacidades para seguir dirigiendo la empresa.
Pero, y apenas unas horas después, OpenAI nombraba a un nuevo primer ejecutivo. El presidente de Microsoft anunciaba el fichaje de Altman y todo su equipo, y el viernes volvía a OpenAI como CEO. “Un disparate”, comentaba el director de La Linterna, Ángel Expósito. Pero, ¿qué ha pasado en OpenAI?, ¿En qué mentía, supuestamente, el señor Altman? ¿Hay una inteligencia artificial potencialmente peligrosa detrás de todo esto?
El origen de OpenIA y Sam Altman
OpenAI es el padre del famoso ChatGPT y de unos cuantos algoritmos que están ahora de moda. Nació en 2015 como dos iniciativas: como un laboratorio de investigación sobre IA sin fines de lucro (OpenAI, Inc.) y con una subsidiaria con fines de lucro, o sea una empresa al uso (OpenAI Limited). Fundada por varios socios con algunos personajes muy conocidos: Elon Musk, Greg Brockman y el gurú de la IA, Sam Altman.
Así, en 2019 Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares y en 2023 inyectó otros 10.000 millones de dólares en la compañía. “Se supone que con la compañía financian el laboratorio de investigación y cubren los gastos de que todo el mundo pueda usar chatGPT gratis”, explicaba Yáñez en los micrófonos de COPE. Además, daba un dato: según algunos analistas, mantener ChatGPT funcionando requiere más de 700.000 dólares al día.
Sobre Sam Altman, el colaborador de La Linterna aclaraba que se trata de un empresario, tecnólogo y bloguero de 38 años, padre de chatGPT y cofundador de OpenAI. Estudió informática en la Universidad de Stanford, en California, pero no terminó la carrera, al igual que Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg. Vendió su primer proyecto por 40 millones de dólares y como decíamos, junto con Elon Musk fundó OpenAI porque, como dijo el propio Altman: “O esclavizamos a la IA o nos esclavizará a nosotros”.
El despido y readmisión de Altman
Pero, ¿por qué despidieron a Sam Altman? La junta directiva alegó que los informes que presentaba Altman sobre la marcha de los proyectos no eran del todo sinceros y que la entrada de Microsoft en el capital estaba sesgando la actividad de Altman. “Incluso se habló de que estaba involucrado en un proyecto empresarial de fabricación de chips especiales para IA llamado Tigris”, apunta Yáñez. “Por otro lado, se empezó a rumorear que había tapado o alterado un informe sobre una IA que podría hacer mucho daño a la humanidad”.
Entre los motivos para volverlo a contratar 48 horas después, existen cuatro:
1.- Con el anuncio de despido de Altman, un 95% de la plantilla de OpenAI (unos 700 ingenieros), declararon que estarían dispuestos a irse con él.
2.- Se preparaba una venta de acciones de OpenIA que podía suponer unos ingresos de unos 86.000 millones de dólares y ahí estaban los bonus de todos los empleados y que peligraba si se iba Sam Altman.
3.- Satya Nadella, presidente de Microsoft, anunció que había contratado a Altman y que estaba “encantado” de crear una disciplina sobre IA ad-hoc para Altman y su gente.
4.- Microsoft ha desarrollado su apuesta de IA generativa llamada COPILOT sobre chatGPT. Si se lleva todo el conocimiento y el talento, OpenAI podría caer en la irrelevancia y desaparecer.
Una Inteligencia Artificial que podría ser peligrosa
Explica Yáñez que, desde hace tiempo, se viene hablando de la Inteligencia Artificial General. “Las generativas en el fondo son “tontas”, se basan en análisis y generación de contenidos por probabilidades, no tienen sentimientos ni conciencia, y aun así, su mal uso puede ser dañino”. Una cosa queda clara: las IA Generales serán mucho más poderosas. Pero, ¿en qué consiste la Inteligencia Artificial General?
La inteligencia artificial general es un tipo de sistema o algoritmo que puede realizar cualquier tarea intelectual que los seres humanos realicen, es decir será capaz de razonar, deducir o inventar. “Es más, sería capaz de realizar juicios de valor y razonar ante cualquier situación, además de comunicarse en lenguaje natural, planificar o aprender”, añade. En definitiva, y según Yáñez, un sistema que superaría la capacidad humana a la hora de realizar la mayor parte de las actividades.
“Incluso algunos expertos opinan que estas IAs podría llegar a tener conciencia de sí mismas, tener sentimientos o ser capaces de pensamiento abstracto”. Eso sí, el colaborador ve “muy difícil” un escenario similar al de la pelíucla Terminator.
“Son varias cosas: una que las máquinas superen al hombre en capacidad para realizar cualquier tarea de forma generalista, solo con formación y entrenamiento y eso puede ocurrir antes de 2030, otra que sea capaz de tomar decisiones éticas o hacer juicios de valor, esto puede ocurrir también y de ahí la insistencia en el control y regulación de esta tecnología, y otra, consecuencia de las dos anteriores es que superen lo que se denomina, el punto de singularidad, es decir, que además de superarnos, sean conscientes de sí mismas”, concluye.