Con solo mil euros y en horas: así cambian dos chicas la vida de un joven en silla de ruedas
Muchos de nosotros tenemos planes para ir a la playa para refrescarnos en verano, pero no es algo que puedan hacer todas las personas
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Muchos de nosotros tenemos planes para ir a la playa para refrescarnos este verano, bañarnos en el agua, disfrutar de las olas o jugar con los amigos. Pero no es algo que puedan hacer todas las personas. Como es el caso de José Manuel García Barrera, una persona que sufre de tetraplejia desde hace 8 años.
José Manuel iba conduciendo en plena noche por la carretera del Rompido - Acartaya, en Huelva. Todo iba bien hasta que vio, sin tiempo a reaccionar, que iba directo a arroyar a un caballo que se había colado en la carretera. En el impacto se fracturó la vértebra C4 (una de las vértebras cervicales), dejándole una discapacidad del 97% y una invalidez absoluta.
Un sábado por la mañana en el verano de 2021, Barrera estaba desayunando con dos amigas, Laura y Tamara, y entre los tres compraron un boleto del euro millón. Tras esto surgió una pregunta ¿qué haría uno de ellos si ganaba el premio? Él no se lo pensó dos veces y dijo que si ganaba el premio se compraría "una silla anfibia" para poder bañarse en la playa.
Una campaña de crowdfunding
Sus amigas, tras ver el precio de la silla a escondidas, decidieron hacer una campaña de crowdfunding para poder recaudar el dinero para comprarle a su amigo la silla y que así pudiera ir a la playa siempre que tuviese ganas, ya que solo podía ir algunas mañanas a la semana con la ayuda de los voluntarios de la Cruz Roja. En cambio, con la silla podría ir a la hora que él quisiera y así disfrutar de "los atardeceres" que tanto le gustan, tal y como explica él mismo en 'Lo que viene' de COPE.
Para poder recaudar los fondos necesarios para comprar esta silla, Laura y Tamara explicaban en la descripción de la campaña cuáles eran los problemas de acceso que hay en la mayoría de las playas para las personas discapacitadas y por qué esta silla era la mejor solución para su amigo. Pero había otro problema. Según ha explicado Tamara Gálvez, una de las amigas de José Manuel, a COPE, "le limitaba también el horario", dado que no todas las playas tienen las 24 horas del día personal para ayudar a las personas discapacitadas que no cuentan con una silla anfibia. "No podía disfrutar de la playa cuando él quería", agrega.
En tan solo 48 horas recaudaron 1.725 euros. Ellas siempre pensaron que lo podían conseguir, pero no esperaban que la respuesta y las donaciones se dieran de forma tan rápida por parte de la gente. "La gente se volcó totalmente. Muchas veces queremos apoyar, lo que pasa es que no se brinda la forma de hacerlo", comenta Tamara. La silla le ha cambiado la vida José Manuel, quien ya puede disfrutar de la playa y de la vista de sus atardeceres.