El cardenal José Cobo propone la fe como remedio frente a los obstáculos que "polarizan la convivencia" e "impiden aceptar a los diferentes"

En la apertura del Congreso de Vocaciones, el arzobispo de Madrid ha advertido de dos "grietas peligrosas" en el tiempo presente como son la "la falta de preguntas"  y el "divorcio entre la fe y la vida diaria"

José Cobo

Redacción Religión

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El arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, ha propuesto la fe católica como remedio frente a las "absolutizaciones" que "polarizan la convivencia" e "impiden aceptar a los diferentes".

"Dios nos saca de las absolutizaciones que dificultan la convivencia, de nuestras ideas inconmovibles que polarizan la convivencia y nos impiden aceptar a los diferentes", ha subrayado Cobo este viernes durante la inauguración del Congreso de Vocaciones.

El evento, organizado por la Conferencia Episcopal Española, y que reúne a 3.000 miembros de la Iglesia (obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos, religiosas, matrimonios, novios) este fin de semana en el Pabellón Madrid-Arena, bajo el lema '¿Para quién soy?'.

En su saludo inicial, el cardenal Cobo también ha advertido de dos "grietas peligrosas" en el tiempo presente: "la falta de preguntas" que lleva, a su juicio, a "una cultura chata en su horizonte y condenada a volar muy bajo"; y el "divorcio entre la fe y la vida diaria".

Según ha recordado el arzobispo, los grandes pensadores de la antigua Grecia "ya se preguntaban, ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿qué sentido tiene la vida?". Si bien, ha lamentado que esto no sucede en la actualidad.

"Nuestro tiempo del que salimos presenta una grieta peligrosa, la falta de preguntas", ha remarcado, precisando que hoy hay un empeño en "fabricarse una personalidad online", en dedicar mucho esfuerzo a "lo que ven los demás". "La falta de preguntas provoca una cultura chata en su horizonte y condenada a volar muy baja", ha añadido.

Asimismo, ha alertado de otra "grieta considerable" de la cultura actual: "El grave error del divorcio entre la fe y la vida diaria".

En este contexto, ha ensalzado la importancia de las vocaciones y ha pedido "desterrar de una vez" esa forma de ver las vocaciones en la Iglesia "como una suerte de estructuras que se relacionan entre sí con criterios mundanos de reparto de poder".