Justo, coordinador de un grupo sinodal de 34 jóvenes en Salamanca: "No escucharles es cerrarles la puerta"
ECCLESIA ha hablado con los tres responsables de un novedoso grupo formado en la parroquia de Lourdes con jóvenes de un instituto de Salamanca
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La parroquia salmantina de Lourdes, en colaboración con el instituto García Bernalt, ha creado un grupo sinodal en el que trabajarán con 34 jóvenes.
Coordinados por el profesor de Religión de este instituto, Justo Mira de Cabo; participan también el párroco, Matías Prieto; Fátima Macho y Lita Torrero. Este proyecto quiere que los jóvenes sean los protagonistas y, como dice el profesor, “nos estamos jugando mucho porque no escuchar a los jóvenes es cerrarles la puerta”.
Un pequeño vacío
ECCLESIA ha podido hablar con los tres responsables para conocer de primera mano cómo es el proyecto que se está realizando en este instituto. Justo Mira de Cabo cuenta que “en la diócesis de Salamanca hay una propuesta para niños de Primaria, tanto de clase de Religión como de catequesis, y también hay propuestas para gente de una edad adulta”. Reconociendo que había un pequeño vacío para los jóvenes, asegura que “el lenguaje eclesial se les queda un poco largo, empezando por la misma palabra sínodo, así que cuando les hemos propuesto este taller han reaccionado bien”.
Por eso, este equipo ha comenzado explicando la intención del Papa de “recoger los deseos y las intenciones de todo el mundo de la Iglesia. En este tiempo vamos a escuchar todo lo que digan los jóvenes porque también es muy interesante y estamos muy contentos de hacer esta labor”.
Una oportunidad
El profesor explica también que “tenemos la suerte de que el Instituto García Bernalt está justo al lado de la parroquia de Lourdes. Gracias a eso vimos la oportunidad de trabajar en equipo y en comunión y buscar un poco las sinergias para salir adelante con este proyecto. Lo que esperamos es que los jóvenes se sientan protagonistas y que pongan en la picota lo que más esperan de la Iglesia y lo que más esperan de nosotros, los adultos. Nos estamos jugando mucho porque no escuchar a los jóvenes es cerrarles la puerta”.
Respecto al método de trabajo que van a empeñar, Justo explica que tienen “una ficha con tres etapas y una serie de indicaciones que han pasado por la diócesis. Hemos adaptado las tres fichas para un lenguaje juvenil y cercano para que ellos nos entiendan”.
Lo tiene claro, “los jóvenes necesitan que se les transmita esto en un lenguaje que entiendan. Lo que no podemos hacer es estar hablando con una pared. Hay que adaptarse, hay que buscar recursos digitales o temas visuales. Algo que también funciona muy bien es la teatralización en la clase, testimonios o experiencias. Al final se trata de buscar otros recursos que no sean sentarte en una silla y escuchar una ponencia. Cuando consigues dar con ese clic, la gente se anima a participar y resulta muy interesante”.
Conocer la realidad de los jóvenes
Por su parte el párroco de Lourdes, Matías Prieto, cuenta para ECCLESIA que desean “conocer la opinión de los jóvenes con respecto a la Iglesia y cómo ven la Iglesia. Se quiere partir de esa experiencia personal y de qué piden ellos. Queremos conocer la realidad de los jóvenes para luego poder aportarlo a la diócesis en particular y a la Iglesia en general”.
El párroco expresa su deseo de que esta experiencia ayude a crear un grupo parroquial. “Son chicos que están en edad de confirmación o ya están confirmados y queremos que haya después una continuidad con ellos de seguimiento y de trabajo en equipo y además introducirlos en el mundo de la fe”.
Un lugar para los jóvenes
Fátima Macho, confiesa que “al principio los jóvenes no sabían muy bien cómo reaccionar porque están muy alejados de la Iglesia. Una vez que empezamos con las dinámicas, reaccionaron bien y poco a poco van entendiendo lo que es trabajar en equipo y trabajar en comunidad, y entendieron lo que es un sínodo”.
La coordinadora afirma que “lo que se busca es que los jóvenes se introduzcan en algo a lo que no están acostumbrados, que es precisamente la Iglesia. Queremos que sepan que ellos tienen un lugar en la Iglesia, que la Iglesia además quiere saber lo que ellos piensan de la propia Iglesia y saber si tiene un lugar en su vida”.