El obispo de Bilbao, presente en los actos del 'Día de la Memoria' para recordar a las víctimas del terrorismo
Mons. Joseba Segura ha acudido al parque de Doña Casilda, donde cada año el Ayuntamiento de Bilbao organiza este acto para recordar a las víctimas del terrorismo
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El obispo de Bilbao, Mons. Joseba Segura, ha estado presente este miércoles, 10 de noviembre, en la ofrenda ciudadana celebrada con motivo del Día de la Memoria, con la que se recuerdan a las víctimas del terrorismo de ETA, y que el año pasado no pudo celebrarse por las restricciones derivadas de la pandemia.
Se trata de la primera vez que el titular de la diócesis vascas participa en este acto organizado por el el Ayuntamiento, y que ha tenido lugar en el monolito en recuerdo de las víctimas, que fue inaugurado en 2006 en el parque de Doña Casilda.
Dos alumnas del centro 'Jesuitak Indautxu' fueron las encargadas de poner voz a los testimonios y, en la lectura, se ha cantado ‘Pantxoa eta Peio’ y ‘Bake mina’, habitual en algunas parroquias de Bilbao. Asimismo, se ha recordado los nombres de todas las víctimas del terrorismo y de la violencia política de Bilbao. Todo ello acompañado por la Banda Municipal de Txistularis.
El lema del Día instaurado por el Gobierno Vasco es : 'Bakearen alde egin zenuten guztioi, eskerrik asko' ('A todas las personas que os comprometisteis con la paz, ¡gracias!', con el que se reconoce el compromiso de miles de personas en defensa de la convivencia democrática, en paz y en libertad.
El Día de la Memoria ha servido además para reunir a representantes políticos, sociales y religiosos. Mons. Joseba Segura encabezó la delegación diocesana en la que participó también el responsable del área de Paz y Reconciliación y miembro del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, Galo Bilbao.
Desde que nació esta efeméride en 2010 con el gobierno de Patxi López, los partidos la han conmemorado divididos. La fecha del 10 de noviembre se escogió por ser el único día de todo el año en el que ETA no atentó, dato que por sí solo ya nos habla de la magnitud del horror vivido durante décadas.