Así se celebra la Pascua en una misión en África
Ramón Lázaro nos cuenta cada día en su diario misionero cómo vive en Costa de Marfil... ¿Y la Pascua?
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Ramón Lázaro Esnaola es misionero y llegó a Costa de Marfil en el año 2001. Cada día, antes de dormir, nos cuenta un pequeño resumen de lo que vive en África. Ahora se hace todavía más interesante... ¿Cómo se vive la Pascua en su misión?
Qué ha pasado ese día en la misión, qué ha vivido, qué siente... Diario de un misionero en Costa de Marfil.
Domingo 21 de abril:
Acabo de terminar la celebración. Hemos bailado un poco. Me ha impresionado el orden, el respeto y el silencio que ha habido durante toda la celebración. Nunca había celebrado una Vigilia Pascual así aquí. La cultura influye mucho. La alegría sólo se ha desbordado tras la comunión. Al menos, parecían contentos. Feliz Pascua de Resurrección a todos.
Lunes 22 de abril:
Ayer, después de la comunión. La alegría del Resucitado.
Martes 23 de abril:
Hemos celebrado Galilea por todo lo alto. Una Eucaristía llena de alegría, todos compartiendo la comida, unas cuantas danzas y bailes, partidos de balonmano de las chicas y de fútbol de los chicos. Incluso ha habido tiempo para algún que otro diálogo que me ha hecho reflexionar. Felices Pascuas a todos. Buenas noches y dulces sueños.
Jueves 25 de abril:
Estos días están siendo muy intensos. Estoy acompañando una delegación de la Conferencia Épiscopal Italiana que ha venido para verificar el impacto de los proyectos que han financiado. Ayer fue impresionante ver cómo una panadería está dando trabajo y un futuro a las personas que trabajan. Lurgo unas mujeres que habían beneficiado de microcréditos estuvieron dando su testimonio. Me llamó mucho la atención la belleza de una escuela de preescolar y primaria. Era como un pequeño milagro en este entorno.
Luego vimos el impacto de un curso para formar emprendedores y escuchamos sus distintas experiencias personales. Hoy ha sido impresionante ver el trabajo con chicas que vienen de situaciones personales muy difíciles y que aprenden a leer y escribir, a coser, peluquería, a hacer bolsos, collares, informática... Los milagros de la vida consagrada en este contexto. Os comparto el baile que nos han ofrecido hoy como acogida.