Así son los kilómetros de carretera en la vida de un misionero
El diario de nuestro misionero Ramón, nos lleva esta vez a descubrir cómo son sus kilómetros en la carretera cuando se desplaza en Costa de Marfil
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El diario de nuestro misionero Ramón está lleno de momentos que no tienen desperdicio. La realidad del día a día en Costa de Marfil es impresionante, y solo hay que leer el pequeño resumen que nos manda sobre los kilómetros de carretera que ha recorrido en estos últimos días navideños.
Jueves 3 de enero
Hoy he pasado casi todo el día en el centro de salud con un hermano que está enfermo y pasando un mal momento. La misión es también sentirse familia. Lo dijo Allamano cuando hablaba de vivir el espíritu de familia y le doy gracias a Dios por haberme dado esta oportunidad hoy. Os comparto también la foto con unos niños que han pasado pidiendo el aguinaldo.
Viernes 4 de enero
Hoy me he ido de Grand-Zattry en dirección a Yamoussoukro. Unas cuatro horas y media de viaje por carreteras asfaltadas llenas de baches, por arboledas de teca y plantaciones de caucho y café, bajo un sol de justicia y dando gracias a Dios por este nuevo año que acabamos de comenzar.
Ya en la capital he intentado transmitir un poco de alegría, confidencia y amistad a las personas que me he encontrado, todos religiosos y religiosas. También he aprovechado para descansar y que descanse el coche que le estoy pegando un tute decente, creo que llevamos unos 4.000 km en un mes. A pesar de las decepciones, lutos y sinsabores. Le doy gracias al Dios de la Esperanza. Buenas noches y dulces sueños.
Lunes 7 de enero
Llevo un par de días en la carretera, haciendo muchos kilómetros, algunos solo; otros en compañía. Parándome a saludar a personas que marcaron mi vida y que son amigos; que no tienen whatsapp porque apenas saben leer o escribir pero que me dejaron una huella imborrable y que ahora algunas viven situaciones dolorosas y otras tienen suficientes motivos para dar gracias a Dios cada día. Kilómetros de preguntas sin respuestas; de acción de gracias y de sinrazones. Como si de un gazpacho vital se tratara. Kilómetros de confidencias, de incertidumbres y de compartir para mejor discernir. Kilómetros de pistas polvorientas, de asfalto cubierto de baches que provocan accidentes casi delante nuestro. Kilómetros de despedidas y reencuentros, kilómetros de amor misionero. Buenas noches y dulces sueños.
Jueves 10 de enero
Llevo un par de días en Abidjan. Otro ritmo, cuentas, recados, visitas, diálogos, propuestas, celebraciones y... atascos. Otra forma de servir a la misión, también necesaria y vivida desde la gratuidad.