¿Sabes bien lo que pasa cuando besas?
“Dame un beso, lo que quiero es eso, con sabor a uva aunque se me suba....” Ya lo cantaba Thalia. Todo el cuerpo reacciona ante un beso y, si se da bien, ayuda incluso a reducir el estrés y bajar calorías
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No imaginas lo que se activa en tu cerebro justo cuando vas a besar a alguien, o alguien te besa. Nuestra materia gris recibe información gracias a sentidos como el olor, el tacto -labios, lengua- o el gusto -saliva-. Cuando dos labios se tocan se desencadena una auténtica tormenta en el cerebro, algo así como un subidón químico. Ahí es donde comenzamos a segregar sustancias químicas que provocan distintas sensaciones.
Helen Fisher, reconocida investigadora y antropóloga, además de experta en biología del amor, sostiene que en los “humanos el beso es fundamentalmente una cuestión química”.
A diferencia de los animales, los labios humanos están repletos de miles de terminaciones nerviosas sensibles -de hecho hay quienes aseguran que los labios tienen cien veces más sensibilidad que los dedos-. De ser así, solo hace faltar un roce para que el cerebro reciba gran cantidad de información.
Un beso puede segregar dopamina, que está vinculada a los sentimientos de ansia y deseo. Encargada de la sensación de placer, motivación, la curiosidad... También provoca que nuestro cuerpo libere oxitocina, fomenta una sensación de cercanía y apego. Aquí la hormona del amor. La responsable de la creación de lazos afectivos. La adrenalina, también puede estar presente en un beso. Es la hormona responsable de que aumente nuestra frecuencia cardíaca.
Las endorfinas, también se suman a este cóctel hormonal. Conocidas como las moléculas de la felicidad, aportan un efecto analgésico y placentero. La serotonina, que regula las emociones y el deseo sexual, también puede aparecer en el transcurso de un beso. No nos podemos olvidar de la testosterona, que activa el deseo. Y no menos importante, la hormona del estrés, el cortisol.
Satisfacción, bienestar, relajación, felicidad, euforia, deseo … ¿Alguien da más? Sí, es verdad que un BESO se produce un intercambio de saliva y de bacterias. Con un beso se transfieren 9 miligramos de agua, otros 0,18 de sustancias orgánicas, 0,7 de materias grasas, 0,45 de sales minerales, gérmenes...
En solo 10 segundos pueden pasarse hasta 80 millones de bacterias. ¿80 millones de bacterias? Ni una más, ni una menos. Según un estudio realizado por científicos de la Organización para la Investigación Científica Aplicada, de Holanda.
Este informe también resalta que un ósculo (vaya con el sinónimo ...) activa una parte muy amplia de nuestro cerebro asociada a la información sensorial.
Gordon Gallup, psicólogo de la Universidad de Albany, ha revisado los estudios científicos publicados sobre los besos. ¿A qué conclusión llegó? Dice que cuando dos personas se besan es posible que se activen funciones del cerebro muy básicas y animales que procesen esa información y nos indiquen si la pareja es buena en términos de reproducción y de compatibilidad.
Fisher es de la misma opinión: “el beso es un mecanismo de evaluación del compañero” y va más allá, “es la punta del iceberg para comprender los mecanismos biológicos involucrados en la elección de la pareja”.
El estudio de la Universidad de Albany añade un dato sorprendente: el 59% de los hombres y el 66% de las mujeres dicen haber terminado una relación porque un beso no salió bien. Puede que, como descubrió el neurólogo Vilayanur Ramachandran, de la Universidad de California, los besos estimulen las neuronas espejo en nuestro cerebro, para aumentar la empatía.
¿Se puede perder peso besando?
En un beso participan 34 músculos de la cara, además de otros 134 de otras partes del cuerpo. Andréa Demirjian, autora de 'Besos: Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de uno de los placeres más dulces de la vida', dice que “una sesión de besos puede quemar entre 8 y 16 calorías”. ¿Por qué al besar se queman calorías? el ritmo cardiaco se acelera, de esta forma se consume más energía y eso se traduce en una quema de calorías.
A la filematología, la ciencia que estudia los besos, aún le queda mucho por investigar pero de momento -como casi todo es más que positivo- SIGUE BESANDO
Hasta luego, Besos