Sandra Moñino, nutricionista: "No es obligatorio pesarse para perder peso, yo recomiendo a mis pacientes otra cosa"

Muchas personas que intentan perder peso convierten la báscula en su mejor (o peor) aliada, pesándose todos los días en busca de resultados rápidos. Pero, ¿realmente es la mejor estrategia? La respuesta de los expertos es clara: no. Pesarse con demasiada frecuencia puede ser contraproducente y generar frustración, ya que el peso corporal fluctúa por muchos factores ajenos a la pérdida de grasa.

El peso no es una cifra estática y puede variar a lo largo del día debido a la cantidad de líquido ingerido, la retención de agua, la actividad física o incluso la digestión. Esto significa que una persona puede ver cambios en la báscula sin que estos reflejen necesariamente un aumento o reducción de grasa corporal. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de controlar el progreso sin caer en la trampa de la obsesión con el peso?

El peso fluctúa constantemente: no todo es grasa

Sandra Moñino, nutricionista y divulgadora y quien ha ganado especial repercusión por su reto de 3 días de alimentación antiinflamatoria, advierte en su podcast 'Con Jengibre y Limòn', con María Pérez Espín, que "el peso no es exacto" y que "varía según si has tomado algo de líquido, si has comido más carbohidratos, si has hecho deporte, si has sudado más o menos, si has ido al baño". Según ella, centrarse sólo en la báscula puede llevar a una percepción errónea del progreso y, en muchos casos, desmotivar a quienes buscan perder grasa.

Moñino insiste en que el peso corporal no refleja exclusivamente la cantidad de grasa del cuerpo, sino también la retención de líquidos y otros procesos normales del organismo. "Yo con la regla peso dos kilos más que sin la regla. Pero no es grasa, son líquidos, es inflamación, son procesos de nuestro cuerpo", explica María Pérez Espín. Este tipo de variaciones pueden llevar a la falsa sensación de que una dieta o un plan de ejercicio no está funcionando, cuando en realidad sí lo está haciendo.

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Otro factor que influye es la digestión. "Nuestro intestino es larguísimo, ¿tú sabes toda la caca que coge ahí y lo que pesa eso?", comenta con un toque de humor. Este aspecto fisiológico hace que pesarse tras una comida abundante o antes de ir al baño pueda reflejar cifras engañosas en la báscula.

¿CADA CUÁNTO ES RECOMENDABLE PESARSE? LA RESPUESTA DE SANDRA MOÑINO

Si bien algunas personas prefieren centrarse en la báscula por completo, Moñino sugiere que quienes quieran controlar su peso lo hagan "cada dos semanas, si quieren". Subraya que "tampoco es obligatorio pesarse", ya que lo más importante es fijarse en otros indicadores de progreso, como la energía, la composición corporal o la ropa que se usa.

La clave es no obsesionarse con el peso diario y comprender que las fluctuaciones son normales. La pérdida de grasa real es un proceso que se mide mejor a lo largo del tiempo y no de un día para otro y que va más allá de un simple número en la báscula. Factores como la retención de líquidos, la inflamación o la comida reciente pueden alterar el peso diario sin que eso signifique un cambio real en la composición corporal.