¿Qué efecto provoca en tu cuerpo comer lechuga todos los días? Los beneficios e inconvenientes para tu salud
Pese a que el consumo de frutas y verduras está recomendado a diario, no todas presentan los mismos beneficios para nuestra salud
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Todos los nutricionistas coinciden en que la fruta y la verdura deben ser imprescindibles en la dieta de cualquier persona. Tomando fruta a diario, por ejemplo, ganas una gran cantidad de vitaminas y minerales. También son una gran fuente de antioxidantes y contienen mucha fibra. Además, ayudan a evitar la retención de líquidos, favorecen la salud cardiovascular y nos mantienen en el peso ideal. Las verduras, a su vez, son los alimentos que más agua proporcionan al cuerpo, ayudan a los pequeños de la casa en el crecimiento y desarrollo de su organismo y también poseen mucha fibra.
En esta ocasión hablamos de la lechuga y del efecto que provoca en nuestro cuerpo su consumo diario. Se trata de una hortaliza que proviene de los egipcios. En su composición destaca el gran aporte de agua que contiene, así como las pocas calorías que presenta. Su nutriente principal son los carbohidratos, aunque apenas presentan dos gramos por cada 100 de dicha verdura. Además, tienen algo de fibra, así como proteína.
Existen múltiples variedades de lechuga, que puede distinguirse por la forma de su hoja, así como por su color. Algunas de las más conocidas son la iceberg, la romana, el cogollo, la escarola o la batavia. De forma general, comer verdura a diario es recomendable y bueno para nuestra dieta, pero no todas contienen las mismas propiedades, ni todos sus efectos son positivos para nuestra salud.
Beneficios e inconvenientes de comer lechuga
En primer lugar, se trata de un alimento que se digiere fácilmente, ayuda a prevenir el estreñimiento y mejora los problemas intestinales, ayudando a prevenirlos, en gran medida. Al mismo tiempo, ayuda al intestino. Ayuda a depurar el organismo, así como a evitar la acumulación de residuos alimenticios que el cuerpo ya no necesita. En materia de salud cardiovascular también presenta múltiples beneficios, ayudando a eliminar sales biliares y obligando a la producción de otras nuevas.
En nuestra dieta, la lechuga puede ayudarnos a perder peso, ya que contiene muy pocas calorías y carbohidratos, pero, por el contrario, te hace sentirte saciado y relajado, evitando que tengas la tentación de picar entre horas. En esta misma línea, tiene una importante cantidad de vitamina C que hace que tu cuerpo aumente las defensas de su sistema inmune, convirtiéndolo en un alimento aliado contra las infecciones.
Por otro lado, no todo son aspectos positivos. Se trata de un alimento que puede favorecer la retención de líquidos si se consume en exceso. Además, aunque mejora el ritmo intestinal, puede provocar hinchazón. Es un alimento que da lugar a generar gases, haciendo que se te hinche el abdomen y generando una importante incomodidad en tu cuerpo, por lo que debes tener cuidado si eres propenso a la acumulación de los mismos.