El increíble castillo a menos de una hora de Madrid que no debería de estar ahí: el error que le llevó a este pueblo
En plena llanura de la Alcarria, fue diseñado como una fortaleza defensiva en el siglo XV, pero su emplazamiento resultó un fallo, ya que la casa de Mendoza tenía otros planes
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A tan solo 45 minutos en coche de Madrid, en pleno corazón de la llanura de la Alcarria, se alza una fortaleza medieval que, a pesar de su imponente estructura, nunca llegó a cumplir con la misión para la que fue diseñada. El castillo de Pioz, en la provincia de Guadalajara, es una construcción que desafía el paso del tiempo y las expectativas históricas. Su arquitectura, majestuosa y austera, remite a los grandes bastiones defensivos del siglo XV, pero la historia de esta fortaleza está marcada por la frustración y el fracaso estratégico.
Mandado construir a mediados del siglo XV por la poderosa casa de Mendoza, el castillo de Pioz fue concebido como una fortaleza defensiva siguiendo el estilo arquitectónico de los bastiones italianos, con una planta cuadrada, doble perímetro de murallas y varias torres de vigilancia, incluida una torre del homenaje. Su exterior sigue presentando una estructura robusta, con gruesos muros de mampostería y sillería que le otorgan una apariencia casi inexpugnable.
Sin embargo, el gran error del castillo no estuvo en su diseño, sino en su ubicación. A pesar de la rigurosidad con la que fue planificado, su emplazamiento en medio de la llanura alcarreña fue una decisión desafortunada. Las disputas nobiliarias que sacudían la Castilla del siglo XV se libraban en otras zonas, lejos de Pioz, lo que condenó a esta fortaleza a la inactividad. Nunca tuvo un enemigo al que enfrentarse ni una batalla que protagonizar. Con el tiempo, el castillo pasó a ser un testigo mudo de la historia, vacío de la violencia para la que fue creado.
En lugar de servir como punto estratégico en un conflicto armado, el castillo de Pioz fue destinado a otros fines. En la segunda mitad del siglo XV, la casa de Gómez, propietaria del castillo, lo convirtió en un recinto residencial. Sin embargo, el cambio de destino tampoco resultó en éxito. La política y la nobleza de la época se desplazaron hacia otros núcleos más poderosos, como la ciudad de Guadalajara, donde el Palacio del Infantado se erigía como el verdadero centro de poder de la región.
De fortaleza defensiva a residencia noble
A lo largo de los siglos, el castillo fue pasando de mano en mano. En 1619, Antonio de la Cerda, de la casa de Medinaceli, se hizo con la propiedad, pero la fortaleza seguía perdiendo su valor, tanto militar como residencial. A medida que pasaban los años, el castillo de Pioz se fue deteriorando, hasta que, en 1998, el Ayuntamiento de Pioz expropió el inmueble, ya en ruinas.
Hoy en día, el castillo de Pioz permanece en pie, aunque su interior se encuentra en un estado de abandono avanzado. A pesar de su ruina, la estructura exterior sigue siendo impresionante. Los muros de mampostería, las torres en las esquinas, el foso que rodeaba la fortaleza, y la entrada en zigzag, diseñada para dificultar el acceso de los enemigos, siguen siendo visibles. También se pueden contemplar las huellas de lo que fueron los aposentos de la nobleza, las caballerizas y el almacén.
Un detalle curioso de la torre del homenaje es su entrada elevada, a dos metros del suelo, lo que sugiere que en su época de esplendor contaba con un puente levadizo para protegerla de posibles asaltos. A pesar de la desidia y el paso del tiempo, el castillo sigue siendo un importante atractivo para quienes se acercan a Pioz. Los visitantes pueden explorar sus ruinas y hacerse una idea de lo que alguna vez fue una fortaleza de grandes proporciones.
El futuro del castillo de Pioz sigue siendo incierto. Aunque en 2023 se anunció un proyecto privado para su restauración, con una inversión prevista de cinco millones de euros, poco se ha avanzado en la recuperación de la fortaleza. Mientras tanto, los vecinos del pueblo, que tienen un cariño especial por este monumento, celebran cada año la Fiesta del Castillo, una recreación medieval que llena las calles de Pioz con estandartes, mercados medievales y espectáculos.
El futuro incierto del castillo de Pioz
Este castillo, aunque nunca cumplió con la función para la que fue diseñado, sigue siendo un símbolo de la historia de la región, una fortaleza que, a pesar de su emplazamiento erróneo, ha resistido el paso del tiempo y se mantiene de pie como un recordatorio de un pasado lleno de decisiones equivocadas.
Pioz, un pequeño pueblo en la Alcarria, alberga una joya arquitectónica que, a pesar de no haber sido escenario de batallas, sigue siendo testigo de la historia. Una historia de frustración, pero también de resistencia, que, a día de hoy, continúa intrigando a todos los que se acercan a descubrirla.