'Crónicas perplejas': “Quizá debo dejar de preocuparme por los sueños y preocuparme más por lo que sucede cuando estoy despierto”
Habla Antonio Agredano de los sueños y como cambian con el paso de los años
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En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.
Ya nunca sueño que vuelo. Era algo habitual cuando era niño. Que corría y saltaba y me elevaba suavemente sobre los edificios. Pasaba las noches recorriendo la ciudad, posándome en los tejados, viendo a las personas como hormigas, a lo lejos. Sintiéndome libre. Siendo capaz de desaparecer, lejos de la mirada de los demás. Habitando el cielo.
Hace muchos años que ese sueño, que fue recurrente, no aparece en mi almohada. Pienso, y es triste esto, que ni siquiera en el inconsciente me permito esa libertad. Como si crecer, como si los años, nos impidieran separar los pies del suelo. Como si las nubes fueran un reino perdido. Como si sentirnos livianos fuera un lujo que ya no podemos permitirnos, ni siquiera en ese otro lugar, en el mundo de lo onírico.
Ahora sueño que me persiguen, que mis hijos desaparecen, que la tierra se abre bajo mis pies. Ahora sueño que no puedo salir del mar. Ahora sueño que llego tarde a todas partes. O que hay gente que no conozco esperándome en sitios que no logro encontrar. Era mejor volar, desde luego. Eran mejores esas noches rompiendo el aire con los ojos cerrados.
Quizá debo dejar de preocuparme por los sueños y empezar a preocuparme más por lo que sucede cuando estoy despierto. Y no tirarme en el colchón con un nudo en la garganta, sintiéndome agotado y con la cabeza llena de nubarrones. A lo mejor así volverá ese niño a elevarse sobre los edificios. A lo mejor así recupere ese cuerpo su ligereza.