La señal que avisa de una obsesión con el cuerpo durante el verano: "Evitan hacerlo delante de otras personas"
Una neuropsicóloga ha hablado en 'La Linterna' de los posibles trastornos físicos y psicológicos que se pueden sufrir al tener una vigilancia extrema sobre nuestra figura
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En plenas vacaciones de verano, el 60% de españoles deciden ponerse a dieta a contrarreloj para lucir el bañador de mejor manera en la playa o la piscina. La mayoría son mujeres, como por ejemplo Natalia, que fue madre hace unos meses y aún no ha conseguido recuperar la figura, por lo que cuenta que este verano en lugar de bikini ha decidido usar bañador porque “no se siente identificada con su cuerpo”. Pero también hay hombres a los que les sucede esta situación, como es el caso de Pablo, al que le gustaría comer equilibrado y hacer más ejercicio, pero tiene un trabajo y cuida de sus tres hijas pequeñas.
La industria del adelgazamiento rápido es uno de los negocios más rentables, a pesar de que la tasa de fracaso es prácticamente del 100%. Muchos optan por las dietas milagro, las píldoras que te prometen un resultado mágico, el ayuno intermitente o las dietas detox. Esto llega a producir que algunas personas, obsesionadas por su aspecto, acaben poniendo en peligro su salud física y mental.
La neuropsicologa Aurora García Moreno ha explicado en 'La Linterna' esos factores que afectan directamente en la visión que tenemos de nuestro cuerpo: “Hay factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad como ser mujer, ser adolescente y, sobre todo, haber sufrido obesidad durante la infancia, pero los factores psicológicos son muy importantes porque contribuyen a aumentar esa sensación de seguridad o de valía personal que es el camino para adquirir el éxito personal o profesional”.
"Se comparan constantemente"
La psicóloga también habla de factores culturales como los que asocian la delgadez a la belleza o las redes sociales que, según dice, “han contribuido a un aumento de personalidad obsesiva por esa percepción del cuerpo y esos ideales físicos que están aceptados socialmente”. Los perfiles más afectados por este problema suelen ser jóvenes perfeccionistas, con mucha autoexigencia y una percepción de sí mismo inadecuada, que "se comparan constantemente dando mucha importancia a la belleza".
Las consecuencias psicológicas de estas obsesiones, según Aurora García, son, principalmente, que “están más malhumorados, más obsesionados con la comida, con la actitud que muestran hacia los demás, evitando situaciones sociales como comidas de amigos, llegando a aislarse intentando esconder esos defectos que creen tener”. Las personas a las que no les gusta su imagen corporal están, en palabras de la neuropsicóloga “en riesgo de caer en trastornos de alimentación como la anorexia nerviosa, la bulimia, la vigorexia o trastornos obsesivos compulsivos y, sobre todo, los problemas emocionales.
En estas épocas vacacionales un cambio en la conducta alimentaria no son tan evidentes como en cualquier otra época del año porque “ocultan el cuerpo poniéndose ropa más ancha o haciendo cosas como no bajar a la playa”, ha explicado Aurora García, que ha añadido que “sienten vergüenza cuando comen, por lo que evitan hacerlo delante de otras personas”. Es importante tener en cuenta que si conocemos a alguien que se pueda identificar con alguna de estas situaciones, avisarle para que se ponga en manos de un profesional.