Un profesor de universidad experto en sueño alerta de una nueva pandemia que te afecta al dormir: "Más horas"
José Francisco Tornero-Aguilera denuncia los efectos dañinos de esta actividad que está presente en tu día a día y cambia tu manera de descansar
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El sueño es una de las actividades más esenciales para nuestra salud, pero, paradójicamente, se ha convertido en uno de los grandes desafíos de la vida moderna. José Francisco Tornero-Aguilera, profesor de la Facultad de Salud, Medicina y Deportes de la Universidad Europea de Madrid, ha alertado sobre una nueva epidemia que afecta a millones de personas: una enfermedad silenciosa provocada por la acumulación de horas frente a pantallas. Según Tornero-Aguilera, esta actividad está trastornando nuestros patrones de descanso, afectando tanto la calidad como la cantidad de sueño.
Durante una charla con Bea Calderón en el programa Poniendo las Calles, Tornero-Aguilera profundizó sobre los efectos de las nuevas tecnologías en la fisiología del sueño y cómo, en lugar de dormir, muchos pasan más horas interactuando con dispositivos electrónicos, lo que altera su capacidad de descansar adecuadamente.
El experto subraya que el sueño nocturno no es un evento aislado, sino el resultado de un complejo equilibrio entre nuestras actividades diurnas, el ambiente en el que nos desarrollamos y la respuesta fisiológica de nuestro cuerpo. “La gente empieza a decir que dormir bien es un lujo. Cada vez a la gente le está costando más y más dormir”, destaca Tornero-Aguilera, quien subraya que este fenómeno está relacionado con varios factores disruptivos en nuestro día a día, como el exceso de luz artificial y la constante exposición a pantallas electrónicas.
Para entender este fenómeno, el profesor explica cómo nuestro cuerpo genera una “presión homeostática” para dormir, un deseo cada vez mayor de descansar conforme pasan las horas de vigilia. Sin embargo, este sistema no funciona de manera aislada, sino que está influenciado por nuestro reloj biológico interno, el ritmo circadiano, que regula diversos aspectos como la secreción de hormonas o la temperatura corporal, factores esenciales para conciliar el sueño.
La pandemia de las pantallas y sus consecuencias
El principal culpable de este fenómeno, según Tornero-Aguilera, es el exceso de exposición a las pantallas. Desde la televisión hasta el móvil, pasando por el ordenador, estas tecnologías alteran profundamente el ritmo circadiano, especialmente debido a la luz azul que emiten. “Nos vamos a la cama y seguimos con el móvil, pasamos horas delante de la pantalla, y todo esto afecta a la liberación de melatonina, la hormona que facilita el inicio del sueño”, asegura el profesor.
La melatonina es fundamental para regular el ciclo de sueño y vigilia, y su liberación se ve directamente influenciada por la exposición a la luz, especialmente la luz azul. Por ello, la recomendación de Tornero-Aguilera es clara: reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. De lo contrario, se corre el riesgo de caer en lo que él denomina “una epidemia”, que podría afectar a la salud mental y física de la población mundial si no se toman medidas para mitigar sus efectos.
El profesor no solo atribuye la falta de sueño a las pantallas. Otros factores también entran en juego, como la mala alimentación y la falta de actividad física, que contribuyen a una peor calidad del descanso. Cuando nos movemos poco, pasamos muchas horas sentados y realizamos actividades que no favorecen la relajación del cuerpo, como trabajar frente a un ordenador, nuestra capacidad de conciliar el sueño se ve comprometida.
Además, Tornero-Aguilera destaca cómo el estrés y la ansiedad, tanto de la vida personal como profesional, también tienen un impacto directo en la calidad del sueño. Todo esto ha creado una generación de personas que, lejos de disfrutar del descanso, se ven sumidas en una lucha constante por dormir lo necesario.
Recuperar el equilibrio y mejorar el sueño
¿Qué podemos hacer para combatir esta epidemia del sueño? El experto recomienda tomar conciencia de la importancia del descanso y empezar a modificar ciertos hábitos durante el día. Primero, minimizar la exposición a las pantallas, especialmente en las horas previas a dormir. Segundo, apostar por una alimentación saludable y equilibrada que favorezca la producción de melatonina, y tercero, realizar ejercicio físico regularmente para favorecer un sueño reparador.
El descanso no debe ser visto como un lujo, sino como una necesidad vital para el bienestar de nuestro organismo. Es hora de recuperar el control sobre nuestro sueño y dejar atrás las malas costumbres que, poco a poco, van afectando nuestra salud.