El ejercicio que debes hacer cada día según una psicóloga prestigiosa para no perder la memoria rápido: "Un minuto"
Si perder neuronas es inevitable, Laura Vera da una serie de consejos para que este problema se retrase hasta el punto de no afectar a nuestra vida cotidiana
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En un mundo donde el estrés, la falta de sueño y el ritmo acelerado de vida parecen ser la norma, no es raro sentir que nuestra memoria empieza a flaquear. La preocupación por los olvidos cotidianos, como no recordar dónde dejaste las llaves o no ser capaz de retener una idea en medio de la rutina, es cada vez más común. Aunque es cierto que el envejecimiento cerebral y la pérdida de neuronas son inevitables, la psicóloga Laura Vera, experta en desarrollo personal y autora del libro ¿A qué he venido yo aquí?, nos invita a adoptar una serie de hábitos que pueden retrasar este proceso y mantener nuestra memoria en plena forma durante muchos años.
En Poniendo las Calles, Vera explicó que la pérdida de memoria no siempre está asociada a enfermedades graves, sino que muchas veces es consecuencia de factores como el estrés, la fatiga o la falta de atención. Según la psicóloga, lo fundamental es ser conscientes de que los olvidos esporádicos no deben alarmarnos, sino que pueden ser gestionados si adoptamos las estrategias adecuadas. "No hay que temer a esos despistes, sobre todo si estamos atravesando periodos de estrés o cansancio", señala.
El cerebro, al igual que cualquier otro órgano, sufre un desgaste con el paso de los años. Pero lo importante, según Vera, es que, aunque la pérdida de neuronas es inevitable, nuestro cerebro nunca pierde su capacidad de establecer nuevas conexiones neuronales. Y, para ella, esa es la clave para mantener la memoria activa y funcional. En lugar de rendirse ante la idea de que la memoria se pierde con la edad, Vera nos propone centrarnos en cómo mantener vivas esas conexiones entre las neuronas.
Una de las recomendaciones más importantes de Vera es la de cuidar nuestra salud en general. Alimentarse de forma variada y equilibrada, evitar el estrés y dormir las horas necesarias son factores que influyen directamente en nuestra capacidad para recordar. La psicóloga pone especial énfasis en la importancia del sueño, ya que durante el descanso profundo el cerebro procesa y almacena la información. "Cuando no dormimos bien, al día siguiente nuestra memoria se ve afectada y tendemos a estar más despistados", apunta.
El ejercicio que debes hacer
El ejercicio físico también juega un papel esencial en la salud cerebral. "El ejercicio aumenta la oxigenación del cerebro, lo cual favorece su buen funcionamiento", asegura Laura Vera. Con cada movimiento que realizamos, nuestro cerebro recibe un impulso que le permite mantenerse activo y preparado para aprender y recordar.
No obstante, lo que Vera destaca como crucial es el ejercicio mental. La psicóloga invita a hacer gimnasia cerebral, tal como haríamos con cualquier otro músculo de nuestro cuerpo. "Si siempre realizamos las mismas actividades mentales, como resolver los mismos pasatiempos, nuestro cerebro deja de esforzarse. Por eso es importante variar, introducir nuevos retos y ejercicios que nos exijan un poco más de esfuerzo", explica.
Uno de los ejercicios más simples y eficaces que Vera recomienda para mejorar la memoria es algo tan sencillo como observar un escaparate durante un minuto. Este ejercicio, que cualquiera puede hacer en su día a día, estimula la memoria fotográfica.
La idea es detenerse frente a un escaparate y tomar nota mental de todos los detalles: los productos, la disposición de los objetos, los precios, etc. Después, debemos alejarnos y tratar de recordar todos esos detalles. Este sencillo ejercicio activa las conexiones neuronales y mejora la capacidad de retener información visual.
No perder la memoria
Lo importante, según Laura Vera, es no caer en la desesperación ante los olvidos cotidianos. Todos somos vulnerables a ellos, especialmente cuando estamos atravesando periodos de estrés o agotamiento. Sin embargo, no debemos perder de vista que estos despistes son normales y, en la mayoría de los casos, temporales. Lo que realmente importa es saber que tenemos el poder de mantener nuestra memoria activa y en forma a través de pequeños hábitos diarios.
Al final, aunque el paso del tiempo y la pérdida de neuronas son inevitables, mantener nuestras conexiones neuronales en su mejor estado posible está en nuestras manos. Con una alimentación adecuada, suficiente descanso, ejercicio físico y, sobre todo, un entrenamiento mental constante, podemos ralentizar el deterioro de nuestra memoria y seguir disfrutando de una mente ágil durante mucho tiempo.